Por Julián Andrés Prieto
Profundizando en mi aprendizaje sobre la seguridad psicológica en entornos de trabajo, me llegué a encontrar con la hermosa expresión de “Abrazar al mensajero”, la cual encierra algo que desde el liderazgo debe promoverse estoicamente para lograr entornos sanos de trabajo y equipos de alto rendimiento.
Pero de qué se trata esto de abrazar al mensajero. Amy C. Edmondson nos comparte un "toolkit" muy sencillo para promover entornos psicológicamente seguros en los que podamos aprovechar al máximo el potencial a desarrollar en los equipos. Ojo que sea muy sencillo no quiere decir que sea fácil de implementar, no caigamos en la trampa del reduccionismo. En este "toolkit" para el liderazgo hay un punto en el que Edmondson nos invita a “responder de manera productiva o provechosa” frente a los mensajes que nos llegan, lo cual es fundamental para forjar una sana reciprocidad en la comunicación del equipo al momento de ir consolidando la forma como abordamos los errores, como hablamos de ellos, y en como los capitalizamos en aprendizajes para poder mejorar.
Se habla mucho de que los equipos deben compartir un propósito, tener afinidad en valores, alinearse en objetivos, enriquecer su diversidad, tener conversaciones difíciles, plantear nuevas formas de hacer las cosas, auto organizarse y entrar en ciclos de mejora continua que aborden no solo el resultado del trabajo sino las interacciones que se llevan a cabo para lograr estos resultados que buscamos como equipo. Es aquí precisamente donde adquiere una total relevancia que podamos desarrollar la capacidad de “abrazar al mensajero”, ese mensajero que nos trae noticias no tan gratas o positivas de lo que viene sucediendo en los terrenos en donde se realiza el trabajo. Recordemos que el que las cosas no salgan como lo planeamos o como lo esperábamos es de los más normal en un mundo VUCA, pues precisamente esa es la naturaleza de este mundo: Altos niveles de cambio, incertidumbre, complejidad y ambigüedad.
Entendiendo que VUCA es nuestra realidad de mundo actual, lo peor que podemos hacer es sacrificar a los mensajeros que nos traen las malas noticias, acallando sus voces. Por el contrario lo que debemos hacer es reconocer lo valioso del mensaje que nos traen y agradecerles ampliamente por darnos la posibilidad de conocer estas malas noticias, mas aún viniendo de los miembros de los equipos que son quienes viven el día a día de una problemática compleja que puede estarlos desbordando.
Abrazar al mensajero por consiguiente significa tener ese acto de apertura para arropar, dar la bienvenida y agradecer a aquel que viene con las malas noticias desde los frentes de batalla, noticias que nos permitirán en conjunto con ellos y con los demás miembros del equipo aprender y así tomar las acciones mas adecuadas que nos lleven a ajustar el curso de nuestro viaje en las formas en que lo necesitemos.
Si nos damos la oportunidad de abrazar a esos mensajeros del día a día, nos daremos cuenta que estaremos generando un efecto sistémico en nuestro entorno de trabajo, en el cual con inmensa satisfacción comenzaremos a ver germinar, la transparencia, la franqueza, la confianza, la motivación de la escucha, el empoderamiento de la voz, la desestigmatización del error y por ende la seguridad sicológica. Estaremos liderando con un muy buen ejemplo hacia los demás.
Para finalizar tres tips que quiero compartir desde mi propia experiencia personal para que abracemos cada vez mas, con mayor calidez y gratitud al mensajero:
Cultiva tu humildad intelectual
Escucha para escuchar no para responder
Elogia y agradece el esfuerzo de cada mensajero
Referencias:
● Edmondson, Amy C.. The Fearless Organization . Wiley.
● Seguridad psicológica: Una necesidad urgente de rehumanizar las organizaciones. Paola Canessa Derout. https://rhmanagement.cl/seguridad-psicologica-una-necesidad-urgente-de-rehumanizar-las-organizaciones/
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